jueves, 6 de noviembre de 2014

ELLA

"Hoy vas a mirar pa´ lante que pa´ atrás ya te dolió bastante"

viernes, 17 de octubre de 2014

¡Basta! de violencia contra la mujer.


  • Un poco de historia… 
  • Violencia contra la mujer 
  • Femicidio en Chile: CIFRAS Y ESTASTICAS 
  • ¿Q es el femicidio?




¡Bienvenidxs!


En el presente trabajo de investigación, tras una pertinente revisión bibliográfica, se analizará el Femicidio, desde una mirada de la ciencia de la salud.
Antes de dar a conocer las ideas centrales que se desarrollan más adelante, es importante dar cuenta que el Femicidio, según El Servicio Nacional de la Mujer "es el homicidio cometido contra la mujer que es o ha sido cónyuge o conviviente del autor del crimen. En Chile es castigado con condenas que pueden ir de quince años y un día de cárcel, hasta el presidio perpetuo calificado" /SERNAM: Femicidio)
La investigación de este tema de violencia de género, nos permite conocer quiénes son las víctimas, cuáles son sus conductas y necesidades, qué piensan, para asegurar y responder a las demandas de protección y seguridad, ejercicio de sus derechos, entre otras más.
La estructura del presente trabajo, consta inicialmente de la presentación del problema a investigar, una revisión teórica, legislación, estado actual, entre otras, con el fin de proporcionarle al lector un exhaustivo entendimiento del tema a tratar.
Finalmente, se concluye integrando las ideas más destacadas y reflexiones personales con respecto al Femicidio, relacionándolo con los fundamentos conceptuales de la Terapia Ocupacional e incluyendo además la visión que tenemos como futuros terapeutas ocupacionales del tema en cuestión.







¿Qué es el femicidio?




miércoles, 15 de octubre de 2014

Un poco de historia...




El Femicidio era antes un tema oculto en las sociedades modernas, pero luego con el tiempo fue siendo vulgarmente aplicable esta palabra, la cual no era legal ya que si no estaba tipificada en el código penal, lo que refiere a no tener sanción para aquellos que atentan contra sus parejas, con el fin de asesinarlas, entonces se le aplicaba la ley general del homicidio y/o podrían salir ilesos del conflicto.A través del tiempo, dentro de los grandes aportes del feminismo en el siglo XX está el hecho de reconocer la violencia de género contra las mujeres y definirla jurídicamente para que así los Estados realicen acciones para prevenirla, atenderla, sancionarla y erradicarla.En América Latina la Convención para Prevenir, Sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres ha sido un gran avance en la legislación del femicidio donde el artículo 1 de esta convención señala: “Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”. (Crónica Digital: Las Dramáticas cifras del femicidio en Chile, 2014)En 1980 se realizó una Conferencia Mundial de la Mujer donde se adoptó la problemática “La mujer maltratada y la violencia en la familia” y en la III Conferencia Mundial de la Mujer se establece como prioridad la eliminación de la violencia contra la mujer y la familia en la sociedad.Gracias a esto, los derechos de las mujeres han ido avanzando gracias a la presión política y con distintas argumentaciones con el fin de garantizarles dentro del estado, así como también dentro de la sociedad.Estos demuestra los grandes pasos y aportes que permiten ver a la mujer maltratada como víctima, lo que lleva a reconocer que la violencia es un problema de derechos humanos que tiene su origen en la estructura misma de la sociedad, donde se reafirma que este tipo de violencia es una forma de discriminación que les impide gravemente a las mujeres que gocen de la libertad y derechos, que les pertenece.Sin embargo, a pesar de años de lucha en busca del reconocimiento de las mujeres como seres capaces de elegir y decidir, se ve obstaculizado por las agresiones y maltratos que reciben, considerándolas como personas inferiores e incapaces. En este caso, los hombres hacen prevalecer su posición dominante y el machismo, que se hace presente desde la infancia, es uno de los factores determinantes en la violencia por parte del género masculino que es influenciada por la sociedad la cual nos presenta una imagen de hombres superiores fuertes que mandan sobre la mujer, entonces un pensamiento contrario puede generar en el hombre un resentimiento con esa rebeldía de la mujer de “querer ser lo que la naturaleza le ha negado“, llegando a extremos de violencia, maltrato y asesinato.





martes, 14 de octubre de 2014

Violencia contra la mujer

Consideramos primordial, dar a conocer al lector en qué consiste propiamente tal la violencia contra las mujeres, para luego enfatizar en el cómo prevenirlo y cuál es su estado actual en Chile.

La Convención Interamericana al igual que la CEDAW es un instrumento jurídico, el cual  en su artículo 1 presenta la siguiente definición de violencia contra la mujer: “Cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.” (Organización de los Estados Americanos).

Se entenderá que la violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica; “que tenga lugar dentro de cualquier relación interpersonal, ya sea que el agresor compartido el mismo domicilio que la mujer y que comprende, violación, maltrato y abuso sexual; que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro, y acoso sexual en el lugar de trabajo, también en instituciones educativas, establecimientos de salud; y que sea perpetrada o tolerada por el estado o sus agentes, dondequiera que ocurra”. (Organización de los Estados Americanos)

El Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM: Femicidio)entrega, vía internet, un compilado de preguntas con sus respectivas respuestas, sobre qué es la violencia contra las mujeres, qué hacer en caso de violencia, entre otras.

¿Qué es la Violencia contra las mujeres?
Las mujeres, sólo por el hecho de ser mujeres, viven diversas formas de violencia de parte de sus parejas o de su entorno que van desde el control hasta la agresión física. Esto se justifica porque en muchas culturas, incluida la chilena, todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la libertad y la vida de las mujeres.

¿Qué mujeres se ven afectadas por la violencia?
La violencia afecta a mujeres de cualquier edad, condición económica y social y de cualquier religión. Puede ocurrir al interior de la pareja, en el trabajo, en los lugares de estudio y en los espacios públicos.

¿Qué se entiende por violencia física?
Son todas las formas de agresión a las mujeres que van desde los empujones y zamarreos, tirones de pelo, pellizcos, apretones, golpes de puño y patadas hasta los golpes con objetos. La forma más fuerte de agresión física contra una mujer es el  femicidio.

¿Qué es la violencia sicológica?
Cuando se intenta controlar a una mujer mediante amenazas, humillaciones y presión emocional con el propósito de hacerla sentir insegura y sin control sobre su vida y decisiones.

¿Qué se entiende por violencia sexual?
Cuando una mujer es obligada, mediante la fuerza física o amenazas psicológicas, a tener relaciones sexuales o a realizar actos sexuales que le resultan humillantes o degradantes.


¿Por qué se habla de violencia económica?
Cuando se intenta controlar a la mujer a través de la entrega del dinero necesario para su mantención personal y/o de las hijas o hijos, o de otras personas que integran la familia. También constituye violencia económica cuando se apropian del dinero que ganó la mujer con su trabajo.

¿Qué es el acoso sexual?
Cuando a una mujer se le exigen favores sexuales a cambio de su permanencia en el trabajo o su condiciona su ascenso o cualquier mejoría laboral. También ocurre en los lugares de estudio, cuando se condicionan notas o pasar de curso a cambio de acceder a las peticiones de un profesor o director.

¿Qué se entiende por hostigamiento y/o agresión en los espacios públicos?
Casi todas las mujeres, de distintas edades y condición social, han sido molestadas y/o agredidas en la calle, en el transporte público e incluso en su trabajo. Con el pretexto de un "piropo" o que la mujer sería atractiva se les dicen groserías, o se justifican "agarrones" y manoseos.

¿Cómo protegen las leyes a las mujeres contra la violencia?
La ley de Violencia Intrafamiliar (ley 20.066) protege a las mujeres del maltrato que afecte sus vidas o su integridad física o psíquica al interior de la familia o al interior del matrimonio. Esta ley deberá  ampliarse de modo de proteger más a las mujeres antes las distintas formas de violencia, más allá del contexto familiar.

¿QUÉ HACER EN CASO DE VIOLENCIA?

1. Violencia que provoca lesión o que consiste en el delito de amenazas
• Constate lesiones en el consultorio o Servicio de Salud. Pida el certificado que constate las lesiones.
Puede denunciar ante la Policía o Fiscalía del Ministerio Público.
• También puede denunciar una persona distinta de la víctima. Su identidad será mantenida en reserva por la Policía.

2. Violencia Psicológica o que no provoca lesiones
• Puede denunciar en la Policía o en los Juzgados de Familia.
• También puede denunciar una persona distinta de la víctima. Su identidad será mantenida en reserva por la Policía
• Si el Juez/a de Familia estima que se ha ejercido violencia en forma habitual, debe enviar los antecedentes al Ministerio Público.

PROTECCIÓN A LAS VICTIMAS

1. Los jueces de familia deben dar protección a las víctimas y al grupo familiar y velar por su subsistencia económica e integridad patrimonial.

2. Los fiscales deben dar protección a las víctimas.

3. El Juez o Jueza tiene el deber de otorgar medidas de protección a la víctima, como las siguientes:

• Prohibir, restringir o limitar la presencia del agresor en el hogar común.
• Ordenar el reintegro al hogar de quien injustificadamente haya sido obligado(a) a abandonarlo.
• Prohibir o limitar la presencia del ofensor en el lugar de trabajo de la denunciante.
• Prohibir a quien ejerce la violencia acercarse al establecimiento educacional donde asisten sus hijo/as.
• Prohibir al agresor portar armas de fuego.

SITUACIONES DE RIESGO

1. Con el sólo mérito de la denuncia, el tribunal debe adoptar medidas de protección cuando exista riesgo de que sucedan actos de violencia intrafamiliar.

2. Se presume que existe riesgo inminente cuando el agresor ha intimidado a la víctima, ha sido denunciado o condenado por violencia intrafamiliar, tiene antecedentes de personalidad violenta, drogadicción, alcoholismo o procesos pendientes o condenas por delitos contra las personas, sexuales o sobre control de armas.

3. Debe protegerse especialmente a las víctimas embarazadas, con discapacidades o vulnerables.

MAYORES ATRIBUCIONES POLICIALES

En casos flagrantes de violencia intrafamiliar, la policía debe:
1. Entrar a un domicilio sin orden judicial previa y detener al agresor
2. Detener al agresor sorprendido quebrantando la prohibición de acercarse a la víctima o de ingreso a su domicilio.

¿Cómo actuar si el agresor no respeta la medida de protección decretada por el juez o jueza?
1. Llamar a Carabineros, 149,  ya que ellos tienen la obligación de detener al agresor que incumpla las órdenes del Tribunal de Familia o del Fiscal que investigue el caso.

2. Es recomendable tener a mano una copia de la resolución judicial que indica la medida de protección para mostrársela a Carabineros y agilizar su trabajo.



3. El juez o jueza podrá ordenar el arresto hasta por 15 días del agresor que incumpla las medidas de protección. Mientras, envía los antecedentes al Ministerio Público para que éste sancione al agresor con una pena de cárcel que puede ir de 541 días a cinco años y un día, dependiendo del caso..




lunes, 13 de octubre de 2014

Femicidio en Chile

Particularmente en Chile la denuncia del femicidio ha sido muy reciente y se ha hecho presente mediante campañas, redes, organizaciones sociales y la ONG.

De acuerdo a estudios existentes, en Chile una mujer que sufre constantemente violencia se demora aproximadamente siete años en hacer una denuncia, y las causas por las que no una mujer no lo hace son el miedo, amenazas, vergüenza y porque creen que las cosas pueden mejorar.

Según la última Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales 2012, damos a conocer sus resultados sobre; quién provoca la violencia física, psicológica y/o sexual; si efectúa o no la denuncia; dónde y cómo se lleva a cabo el femicidio. (Crónica Digital: Las Dramáticas cifras del femicidio en Chile,2014)

Un 31,9% de las mujeres entre 15 y 65 años, declara haber sufrido alguna forma de violencia por algún familiar, pareja o ex pareja, alguna vez en su vida. El 74% de ellas indica que la recibió de parte de su pareja o ex pareja.

De las mujeres que sufrieron Violencia Física en los últimos doce meses, sólo el 36%  hizo una denuncia y de ellas el 41% desistió.
Del 64% de las mujeres que no realiza la denuncia, el 24,5% reconoce que es por miedo a las reacciones del agresor.


Respecto a la ViolenciaPsicológica, sólo el 27% de las mujeres hizo una denuncia durante el último año y la mitad de ellas no siguió el proceso. Del 72,4% que no denunciaron, un 34.5% no lo hizo porque niegan los hechos de violencia y creen que fue algo serio y que no volverá a ocurrir.

Por otra parte, las mujeres que han sido víctimas de Violencia Sexual, un 88% no realiza la denuncia por vergüenza a contar la situación, y del 12% que sí denunció, el 67% de ellas desistió.


El factor común en todas las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia, es que piensan que las cosas podrían mejorar, la cual las hace no denunciar, lo que lleva a una permanente justificación de las víctimas que siguen en este círculo de violencia, y que impide tomar conciencia del riesgo en el cual viven y las acciones que se podrían tomar.

Las estadísticas demuestran que la mayoría de los ataques se producen al interior del domicilio común, cifra que durante 2013 alcanzó el 52,5% y durante 2014 alcanza a seis (6) femicidios consumados, llegando al 54,5% en lo que va del año, contradiciendo la creencia que el lugar más peligroso para las mujeres es la calle.

Mientras que la mayoría de los ataques se producen con arma blanca, 18 en 2013 y 8 durante 2014, la utilización de armas de fuego ha presentado un aumento sustancial, pasando de cinco (5) en 2011 y siete (7) en 2012 a 11 en 2013. La tercera causa de muerte es por asfixia o estrangulamiento, la que también muestra un aumento respecto de años anteriores: dos (2) 2011, cuatro (4) 2012 y cinco (5) en 2013.



martes, 7 de octubre de 2014


"SERNAM lanzó nueva campaña contra la violencia hacia las mujeres y femicidios"


La ministra llamó a la comunidad a involucrarse y estar alerta a las señales que dan las mujeres que viven violencia.


por A. Baeza - 07/11/2014 







“El 25 de noviembre es el Día Internacional en contra de la violencia hacia las mujeres y queremos que no sólo sea un día o un mes de sensibilización, sino que, en la medida que vayamos avanzando en el cambio cultural, transformarlo en un tema de preocupación y ocupación los 365 días del año”, dijo la ministra del Sernam, Claudia Pascual, al lanzar la campaña Mujeres, es nuestro derecho vivir sin violencia".

"Lo que buscamos, más que un impacto publicitario,  es sensibilizar a la ciudadanía, para que la sociedad en su conjunto sea capaz de reconocer las señales que entregan las mujeres que viven violencia en nuestro país. Es un llamado a que la gente se involucre y actúe, que acompañe y ayude a las mujeres que viven violencia, porque este es un problema cultural y estructural de nuestra sociedad”, explicó.
La ministra Pascual indicó que “no podemos sólo ocuparnos cuando ocurre una grave agresión y se trasforma en un femicidio o un femicidio frustrado. Tenemos que estar alerta mucho antes, acompañar estos procesos, porque una mujer que está sufriendo violencia, no sufre sólo un evento, sino que son años de violencia, años de aislamiento, de no tener respaldos, y los acompañamientos son muy necesarios para poder denunciar, para poder tomar cartas en el asunto".

Para la ministra del Sernam, el llamado es a que," como comunidad, como sociedad, y por supuesto que desde las políticas públicas también, entendamos que el problema de la violencia contra las mujeres no es un problema solo de las mujeres o del Sernam. Es un problema del conjunto de la sociedad y de nuestro país, y por tanto nos toca no sólo al gobierno, sino también a la comunidad en su conjunto, a todas y todos”.




OFERTA DEL SERNAM
Respecto de la oferta del Servicio Nacional de la Mujer a las mujeres que viven violencia, destacó el teléfono de ayuda y de orientación exclusivo para los temas de violencia contra las mujeres: 800 104 008.

Asimismo, recordó que existen 96 Centros de la Mujer a lo largo de todo el país, que hacen prevención y entregan atención psicológica y legal ambulatoria a mujeres que viven violencia, y  24 Casas de Acogida para mujeres que se encuentran en situación de riesgo grave y/o vital a causa de violencia. A eso se suma la instalación de 25 nuevas Casas en distintas regiones comprometidas  en el programa de gobierno de la Presidenta Bachelet. Informó que en las próximas semanas se inaugurarán las primeras cuatro casas comprometidas para el 2014.

"Tenemos también centros de atención para hombres agresores, los HEVPA, con uno en cada de región del país. Tenemos también tres centros de atención de violencia sexual y una casa de trata de personas. A eso se suma el teléfono con un dispositivo de emergencia para mujeres que están en peligro, que les permite comunicarse rápidamente tanto con Carabineros, Investigaciones o la Fiscalía para acudir rápidamente en su protección”, destacó la Ministra.

Hasta la fecha, 35 mujeres han sido asesinadas en femicidios consumados y 89 han sobrevivido a un femicidio frustrado. En el año 2013,  hubo 40 mujeres asesinadas por femicidio y 78 mujeres que sobrevivieron a un femicidio frustrado.





lunes, 6 de octubre de 2014

VIOLENCIA OBSTÉTRICA




UNA VIOLENCIA DE GÉNERO INVISIBILIZADA

"En Chile cada año cerca de 250 mil mujeres se convierten en madres. De esas, se estima que cerca del 92 por ciento sufrió algún tipo de maltrato por parte del personal de salud. Calladas e invisibilizadas durante décadas, las mujeres están empezando a hablar las cosas que pasan dentro de las salas de parto"

Claudia está aterrada, llora tras de tres días con contracciones y nueve horas de trabajo de parto. Está demasiado cansada para pujar. La matrona le dice que no lo hace bien (pujar) y que, si no lo hace bien, se le va a morir la guagua adentro. Claudia está empapada de sudor, su hijo de 33 semanas de gestación será prematuro y ella no está preparada para esto. Toma aire y puja con el terror de parir un niño muerto.
La matrona empuña unas tijeras quirúrgicas y corta la vagina de Claudia, quien, en medio del llanto, se siente incapaz de dar a luz. Otra matrona, sin preguntarle ni avisarle,  apoya el codo entre las costillas  y le empuja el vientre hacia abajo. Ese sonido sería lo último que escucharía Claudia antes de que el llanto de su hijo llenara todo el lugar.

Claudia, 24 años, disñadora gráfica, no puede recordar su parto sin sentirse impotente. Dice que es primera vez que lo habla con alguien, y que es una herida abierta en ella: “Si viera ahora a la matrona le diría que es una perra carnicera (…) Tengo mucha pena, nunca en toda mi vida me habían tratado así”, declara entre lágrimas.

Para la diseñadora, lo suyo no fue simplemente una mala práctica del equipo médico, sino que se trata de un tipo específico de violencia contra las mujeres, no reconocida por el ordenamiento jurídico nacional: “Yo fui víctima de violencia obstétrica y no hice nada porque no sabía que eso existía. Creí que era lo normal y lo acepté. Me di cuenta que era violencia cuando llegue a mi casa y empecé a leer sobre los procedimientos. Fui muy ignorante y permití que me maltrataran en el momento que se supone debía ser el más lindo de mi vida”, afirma.

Apropiación del cuerpo

    En la única definición oficial que existe, la ley de Venezuela define violencia obstétrica como "la apropiación del cuerpo y  procesos reproductivos de las mujeres por prestadores de salud. El trato jerárquico deshumanizador, el abuso de medicalización y la patologización del proceso natural de gestar y parir, son algunas de las manifestaciones de este tipo de agresiones"

En el plano físico, una cesárea sin justificación estrictamente médica, el tacto realizado por más de una persona, la episiotomía de rutina, el uso de fórceps sin estricta necesidad o consentimiento, la realización de la maniobra de Kristeller, el raspaje de útero sin anestesia, son las más comunes representaciones de esta violencia.

Desde el punto de vista psicológico se produce con la utilización de lenguaje inapropiado, burlas sobre el estado o cuerpo de la mujer o su hijo, críticas por manifestar emociones como alegría o dolor y, sobre todo, la imposibilidad de plantear temores e inquietudes durante el proceso de embarazo y parto.

Michelle Sadler, antropóloga médica especialista en antropología del nacimiento y académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, fue pionera en el estudio de la violencia obstétrica en el país. Su tesis de pregrado titulada: "Así me nacieron a mi hija",  sistematizó el estado del nacimiento en Chile.
Desde esta publicación del año 2003 se entiende la violencia obstétrica ya no como una mala práctica individual, sino como práctica generalizada instaurada desde el paradigma médico.

En opinión de Sadler, la violencia obstétrica sería un fenómeno relativamente reciente y derivaría del proceso de medicalización del parto.
El punto clave estaría en el traslado del parto desde el hogar al hospital: “Donde antes participaran familiares y amigos, hoy participa el personal médico. Si antes había una jerarquía equilibrada entre los participantes, hoy se aprecia una hegemonía del conocimiento médico. Donde se utilizaran métodos naturales, hoy se privilegia el empleo de sofisticada tecnología”, se puede leer en su tesis.

Estas prácticas se sustentarían en lo que la investigadora estadounidense especialista en antropología de la reproducción, Robbie Davis-Floyd llama “Modelo tecnocrático del nacimiento”. Este paradigma del cuidado de la salud se caracteriza por una fuerte orientación hacia la ciencia, alta tecnología, intereses principalmente económicos, e instituciones gobernadas por un poder patriarcal.


       Maniobra Kristeller                                                                                                                                             

Durante el 2010 y 2011, un grupo de investigadoras de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile estudiaron a un grupo de 508 mujeres que tuvieron sus partos en dos servicios de salud del sistema público chileno. El estudio titulado "Assessment of the implementation of the model of integrated and humanised midwifery health services in Santiago, Chile", arrojó que el 92,7% de los partos fue intervenido médicamente a través del uso de oxitocina sintética, anestesia epidural y rotura artificial de membranas, contraviniendo las Recomendaciones para el Parto Humanizado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Manual de Atención Personalizada del Proceso Reproductivo del programa gubernamental Chile Crece Contigo.

Gonzalo Leiva, matrón, magíster en Administración en Salud y académico de la Escuela de Obstetricia de la Universidad de Santiago, dice en su columna "Violencia Obstétrica: una violencia de género invisibilizada", que tanto en el  sistema público como en el privado, casi la totalidad de los partos son intervenidos por igual. A su juicio, durante el proceso del nacimiento los esfuerzos se concentran en intervenciones técnicas que dejan de lado el manejo espontáneo y fisiológico de un proceso que aproximadamente en el 85 por ciento de los casos ocurre o, al menos, debería ocurrir de manera natural.

Respecto de la mencionada Maniobra de Kristeller, según el manual de la OMS del año 1996 "Cuidados en el parto normal. Una guía práctica", la maniobra consiste en presionar el bajo fondo del útero con el fin de acelerar la etapa de expulsión y señala:

“A veces se realiza justo antes de dar a luz y otras desde el comienzo de esta fase. Esta práctica, aparte de acarrear molestias maternas, puede ser dañina para el útero, el periné y el propio feto, aunque no existen estudios al respecto. La impresión general es que se usa con demasiada frecuencia, no estando demostrada su efectividad”.


Fuera de la Ley

Venezuela fue el primer país del mundo en reconocer la violencia obstétrica y otorgarle tratamiento jurídico. En 2007 se promulgo la “Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”, que en su artículo 51 define el concepto de violencia obstétrica y establece sanciones administrativas a quienes la ejerzan.

En el caso de Argentina, el concepto fue tipificado en 2009 en el artículo 6, sección e) de la ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Lo que complementó la ya existente ley 25.929 sobre nacimiento humanizado.

En abril de este año, el senado mexicano aprobó tres dictámenes que modificaron el artículo 6 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, tipificando como delito toda acción u omisión por parte del personal médico y de salud que dañe, lastime, denigre o cause la muerte a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio.

En nuestro país, no existe una definición, ni otra clase de procedimiento específico para estos casos. Ni siquiera para aquellos en que se contraviene directamente evidencia científica y recomendaciones del propio Ministerio del Salud.

El Código de ética del Colegio de Matronas no la menciona en ninguno de sus puntos y la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia, a través de comunicados emitidos por su presidente, Mauricio Cuello, ha criticado todas las formas de violencia contra las mujeres, excepto la obstétrica. Tampoco el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) la ha incluido en la campaña nacional que apuesta a visibilizar la violencia de género.

Lo único que pueden  hacer las mujeres que han sufrido violencia obstétrica es invocar la ley 20.584 en un procedimiento administrativo (ver recuadro 2).
El problema, según explica María del Pilar Plana, licenciada en antropología y académica de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la  Universidad Mayor, es que esta ley toma el maltrato vivido como un hecho aislado, “como una excepción producto del descuido o la negligencia, lo que minimiza su envergadura y naturaleza como forma sistemática de violencia de género”.


Inne-Cesáreas

Jocelin tenía 20 años y tuvo su parto en el Hospital del Profesor: “A las 38 semanas, el  ginecólogo me dijo que mi hijo ya estaba listo para nacer. Me hicieron depilarme, usar enema y oxitocina sintética. Desde las 9 de las mañana y hasta las 5 de la tarde me hicieron tacto cada una hora. Matronas y practicantes no tuvieron ninguna consideración, fueron muy brutos e irrespetuosos. Finalmente llega el médico y me dice que me va a hacer una cesárea porque no estoy dilatando bien y mi hijo no baja. Nosotros, sin conocimientos y con miedo, aceptamos. Mi guagua nació entre chistes y  comentarios sin sentido del equipo médico. Yo estaba amarrada de ambas manos, lo pusieron junto a mí un par de segundos y se lo llevaron. Pasarían unas 2 horas antes de volverlo a ver”, relata.

La operación de Jocelin, es lo que conoce como “cesárea innecesaria”, es decir, una cesárea que se realiza sin causas médicas de peso, normalmente para comodidad del equipo médico.

“Me sentí tonta, incapaz de  parir a mi hijo y la lactancia se me hizo muy complicada. La desconfianza que generaron en mi misma los médicos fue muy intensa y siento que se pasaron a llevar mis derechos al no informarme sobre las procedimientos y, sobre todo, al programar una inducción y después una cesárea sin ninguna justificación”, señala Jocelin.

Chile presenta una de las tasas de cesáreas  más altas del mundo. Entre los años 2000 y 2010 ocupó el cuarto lugar a nivel mundial, con un 40,6 por ciento de partos vía cesárea, sólo detrás de Chipre, Brasil y República Dominicana, según cifras de la OMS.

Según los números de 2013 presentados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en nuestro país el porcentaje de cesáreas en el sistema privado bordea el 66% y un 37,4% en el público. El alto índice convierte a Chile en el tercer estado miembro con más cesáreas, sólo después de México y Turquía. Esta cifra contrasta con el 15% recomendado por la OMS.
El índice de cesáreas también contrastaría con las bajas tasas de mortalidad materna, las cuales, según un estudio colaborativo realizado por Iniciativa Chilena de Investigación en Mortalidad Materna, alcanzaría apenas el 16,5%, dos puntos bajo el porcentaje alcanzado por Estados Unidos.

Gonzalo Leiva aclara que no se trata de una cruzada en contra de todas las  cesáreas, pues reconoce que esta operación ha permitido salvar miles de vidas desde que se realiza. El problema estaría en su utilización indiscriminada, y en que sea utilizada para ordenar las agendas de matronas y ginecólogos.

Ibone Olza, psiquiatra perinatal e investigadora española especialista en neurobiología, señala en su libro "¿Nacer por cesárea? Evitar cesáreas innecesarias. Vivir cesáreas respetuosas", que la diferencia entre un parto normal, una cesárea de urgencia y una programada, es sumamente relevante y tendría importantes repercusiones psíquicas:
“Al no haberse desencadenado el parto las hormonas tampoco han hecho su trabajo, no hay transición, de estar embarazada se pasa a estar en una sala de reanimación con la tripa cosida… Algunas madres atraviesan un verdadero shock psíquico en los días siguientes a la intervención. Externamente aparentan normalidad, se ocupan de su hijo y reciben a las visitas con naturalidad. Sin embargo, la procesión suele ir por dentro y a veces les cuesta creer que el embarazo ha terminado y que no ha habido un parto”.

El pequeño corte

Era 17 de septiembre y el médico de Paulina le rompió la bolsa. Tenía 38 semanas de embarazo  y le dijo que su hijo ya no necesitaba estar más en su vientre, así que era mejor sacarlo: “Si tu hijo no quiere salir, te hacemos una inducción”, le dijo.  
Paulina iba en ocho centímetros de dilatación, cuando el médico le practicó la Maniobra de Kristeller: “Se subió encima de mi barriga para empujar al bebé, y me hicieron una episiotomía sin consentimiento. Cuando mi pequeño salió, quise correr la cortinilla para mirarlo, pero la anestesista me lo impidió. Hasta el día de hoy no sé por qué no me dejaron verlo de inmediato cuando salió”, relata.

Según el Manual de atención personalizado en el proceso reproductivo, elaborado por el programa Chile Crece Contigo y el ministerio de Salud (Minsal), publicado en 2008, la episiotomía consiste en “el agrandamiento del orificio vaginal mediante una incisión de periné durante la última parte del periodo expulsivo”.

La realización rutinaria de una episiotomía es considerada como dañina, porque crea una incisión quirúrgica de una magnitud mayor que lo que muchas mujeres podrían haber experimentado si no se hubiese realizado. Sin embargo, el "Manual de Diseño de espacios y objetos para el parto integralrealizado" en conjunto entre la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Minsal, señala que en Latinoamérica la tasa de episiotomía alcanza el 80 por ciento de los partos naturales. Estas cifras contrastan dramáticamente con países como Dinamarca y Suecia que alcanzan el 6 y 7 por ciento respectivamente y con el 20 por ciento recomendados por la OMS

Rocío Cáceres, licenciada en antropología  y miembro de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y el Nacimiento RELACAHUPAN, señala que el asunto de la episiotomía es la prueba fehaciente de que este tipo de violencia no es un meramente procedimental: “El nacimiento se transforma en un acto ritual, donde se vuelve necesario despojar a la mujer de su poder y de su sexualidad. Practicar una episiotomía es más que procedimiento, es mutilación genital. La violencia obstétrica, no es sino la reproducción del sistema patriarcal”



TEST DE VIOLENCIA OBSTÉTRICA
Mientras estabas internada en la clínica u hospital, con contracciones de trabajo de parto,
1. ¿El personal de salud hacía comentarios irónicos, descalificadores o en tono de chiste acerca de tu comportamiento?
2. ¿Te trataron con sobrenombres (gorda) o diminutivos (gordita-mamita-hijita) como si fueras una niña incapaz de comprender los procesos por los cuales estás atravesando?
3. ¿Fuiste criticada por llorar o gritar de dolor, emoción, alegría, durante el trabajo de parto y/o el parto?
4. ¿Te fue difícil o imposible preguntar o manifestar tus miedos o inquietudes porque no te respondían o lo hacían de mala manera?
5. ¿Se realizaron alguno o varios de los siguientes procedimientos médicos sin pedirte consentimiento o explicarte por qué eran necesarios? Rasurado de genitales – Enema – Indicación de permanecer acostada todo el tiempo – Rotura artificial de bolsa – Administración de medicación o goteo para “apurar” el parto – Tactos vaginales reiterados y realizados por diferentes personas – Compresión del abdomen en el momento de los pujos – Episiotomía – Cesárea – Raspaje del útero sin anestesia
6. En el momento del parto, ¿te obligaron a permanecer acostada boca arriba aunque manifestaras tu incomodidad en esa posición?
7. ¿Fuiste obligada a quedarte en cama impidiéndote caminar o buscar posiciones según tus necesidades?
8. ¿Se te impidió estar acompañada por alguien de tu confianza?
9. ¿Se te impidió el contacto inmediato con tu hija/o recién nacido antes de que se lo llevara el neonatólogo para control? (acariciarlo, tenerlo en brazos, verle el sexo, hablarle, darle el pecho, etc.)
10. Después del parto, ¿Sentiste que no habías estado a la altura de lo que se esperaba de ti (que no habías “colaborado”)?
11. Podrías decir que la experiencia de la atención en el parto ¿te hizo sentir vulnerable, culpable o insegura?

"Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es SÍ
Fuiste víctima de violencia obstétrica"

Fuente: Colectiva Maternidad Libertaria

¿QUÉ HACER EN CASO DE VIOLENCIA OBSTÉTRICA?


   Escribir un relato de la violencia obstétrica y su contexto de realización, de la manera más detallada posible.


Hacer llegar el relato acompañado de una carta formal donde se solicite una sanción específica a la dirección de la clínica u hospital. Existe registro de al menos dos casos, en que las mujeres denunciantes, además de indemnización pecuniaria y disculpas, han exigido que los responsables del abuso asistan a cursos para aprender sobre violencia obstétrica y parto humanizado.

 En caso de no recibir respuesta, o de que esta no sea satisfactoria:

En el caso de que el prestador de salud sea público, dirigirse a la Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias OIRS del Ministerio de Salud y poner un reclamo invocando la ley 20.584 Sobre derechos y deberes de los pacientes. También puede hacerse mediante la páginahttp://oirs.minsal.cl/

En el caso de que el prestador de salud sea privado, puede solicitarse una mediación o interponer una denuncia en  la Superintendencia de Salud.